Edificio exclusivo de oficinas, obra del arquitecto Ricardo Bastida, declarado por la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.
Destaca por la belleza de su fachada, con esculturas de Quintín de la Torre y las dos cuadrigas monumentales que coronan los dos torreones del edificio, realizadas en bronce por Higinio de Basterra.
También merece especial atención la maestría de las vidrieras y murales de su rotonda central, obra de Aurelio Arteta. Entre 1975 y 1981, el arquitecto Pedro Bidagor Lasarte amplió el inmueble por la calle de Sevilla, siguiendo los esquemas arquitectónicos del edificio original y de su fachada principal.
Fue rehabilitado completamente en 2001.
Alcalá 16 goza de una de una inmejorable locación, en pleno centro de Madrid y junto a la Puerta del Sol. Su entorno ofrece una amplia gama de servicios, comercios y oferta de restauración y está perfectamente conectado con la red de transporte público.